viernes, 24 de febrero de 2012

Banif: Informe Diario de Mercado, 23 Febrero 2012

Reminiscencias de febrero de 2012

Banif.- El incremento de los precios de la energía, apoyado en las tensiones en la región de Oriente Medio, está comenzando a trasladarse al consumidor final, vía precios de los combustibles. Así, aunque el impacto desde el punto de vista del suministro es potencialmente más peligroso en Europa, en EEUU se empieza a observar como en algunas regiones el precio de la gasolina ha superado el nivel de 4 dólares/galón.

Mientras que el mercado de renta variable continúa con el tono alcista con el que inició 2012, el comportamiento sectorial apunta a que precios más elevados de la energía de manera continuada podrían frenar la evolución de los activos de riesgo, así como perjudicar al momentum macro. En este sentido, cabe recordar que aproximadamente hace un año, el pico en los precios de la energía precedió al deterioro del comportamiento del conjunto de sectores cíclicos (excluyendo el energético)

Así, mientras que el efecto riqueza (sobre el consumidor de “gama alta”) derivado de la revalorización de la renta variable suele manifestarse con un retraso de entre 6 y 9 meses, el impacto de un incremento de los precios de la energía (sobre el consumidor de “gama baja”) tiene un retraso de sólo un trimestre. En este sentido, es probable que la subida experimentada por los precios de las materias primas energéticas haya sido insuficiente para descarrilar todavía el entorno macro actual.

Sin embargo, existen aún importantes riesgos conecuencia de las tensiones geopolíticas derivadas de la coyuntura en Irán (que cuenta con el 10% del total de las reservas de crudo), donde la amenaza de bloquear el estrecho de Ormuz (paso por el que circula la mayor parte del petróleo de Arabia Saudita) podría desembocar en subidas de los precios de la energía sostenidos en el tiempo.

Otro factor que puede ayudar a sostener los precios de la energía es la política ultra-acomodaticia de los bancos centrales, aunque no pensamos que vaya a ser tan determinante como los factores geopolíticos, a menos que la Reserva Federal inicie un nuevo programa de expansión cuantitativa. Sin estarlo mucho menos del todo, una vez que el frente institucional europeo se encuentra algo más despejado, lo susodicho constituirá la principal fuente de riesgo para el mercado a más corto plazo.

En el frente de la actividad económica, el flash de los PMI de la zona Euro, el indicador adelantado más fiable de actividad a corto plazo, dibuja un escenario compatible con la recesión suave por la que estaría atravesando en la actualidad la UEM. El momentum del indicador compuesto ha mejorado respecto a las lecturas comprendidas entre septiembre y diciembre de 2011 (cuando promedió niveles de 47,7), pero se modera respecto al mes de enero (cae de 50,4 a 49,7), reingresando en zona de contracción de la actividad. A nivel componentes, el aspecto más positivo es el repunte de los nuevos pedidos, ascenso coherente con la todavía notable tracción de la demanda emergente, aunque estas economías se hallen en fase de ralentización ordenada de su actividad.

Y a nivel regional, las mejores noticias siguen proviniendo de Alemania y Francia, donde sus PMI de manufacturas se sitúan en niveles de expansión. La suavización de la recesión en el conjunto de la zona euro vendría por ambas economías. A nivel político, todo apunta a que hoy la Comisión Europea podría flexibilizar ligeramente los objetivos de reducción del déficit público. Si acaba confirmándose, la española podría estar entre las economías beneficiadas ante el menor grado de exigencia impuesto.

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