jueves, 6 de octubre de 2011

Banif: Informe Semanal de Estrategia, 03 Octubre 2011

Claves de la semana pasada


Banif.- En EEUU, el crecimiento del PIB del 2T11 fue revisado al alza hasta niveles del 1,3% en términos anualizados (desde cotas del 1,0%). Esta mejora vino de la mano de un incremento de la inversión en estructuras (que creció un 22,7% frente al 15,7% estimado en la segunda lectura) y de una mayor contribución al crecimiento del sector exterior (desde 0,1 puntos porcentuales hasta 0,2 pp). Además, también se revisó al alza el gasto del consumidor (desde el 0,4% hasta el 0,7%).

Ponemos el foco en...
El frente institucional fue protagonista absoluto a lo largo de la semana pasada, con importantes avances en las votaciones de la reforma del EFSF (Facilidad Europea de Estabilidad Financiera) en los parlamentos alemán y finlandés como máximos exponentes. En este sentido, hay que destacar la amplía mayoría (más de 580 votos a favor) con la que se aprobó la reforma en el Parlamento germano, muestra de que el sentimiento de los líderes alemanes ha tomado un cariz más pro-europeo.

Al margen de que esta semana la agenda institucional seguirá siendo intensa -todavía queda por aprobarse la entrega del sexto tramo de rescate a Grecia; los ministros de Finanzas de la UE se reúnen hoy para tratar este tema-, pensamos que continúa existiendo una importante diferencia entre las propuestas necesarias para arreglar el problema soberano y los compromisos a los que están dispuestos a llegar los líderes europeos. Desde nuestro punto de vista, cualquier solución debería contar con una participación más activa del Banco Central Europeo, el único organismo que dispone de fondos “ilimitados” para hacer frente a futuras contingencias.

El problema de que el BCE asuma un papel más activo son los riesgos de: 1) que la expansión de su balance se traduzca en presiones inflacionistas, 2) potenciales pérdidas de capital provocadas por la exposición a deuda “arriesgada”, y 3) cuestiones de riesgo moral. A estas alturas del “partido”, los dos últimos riesgos mencionados están siendo probablemente exagerados; no hay que olvidar que las pérdidas potenciales estarían mitigadas por el hecho de que los recursos para comprar la deuda fueron creados mediante la “impresión de dinero”. Y en cuanto al riesgo moral, las intervenciones que se están realizando en la actualidad por el banco central llevan aparejadas un fuerte elemento de condicionalidad (como en el caso de las compras de deuda italiana y española en el secundario). Respecto a los riesgos inflacionistas asociados a una política de expansión de balance, mientras las instituciones y los inversores mantengan una fuerte preferencia por la liquidez, y la velocidad de circulación del dinero se mantenga en los niveles actuales, la inflación no debería incrementarse.

De hecho, la experiencia reciente de la Fed en este sentido demuestra que apenas existen, por el momento, presiones en precios y, además, el BCE cuenta con instrumentos para retirar la liquidez de forma efectiva si fuese necesario. No obstante, la autoridad monetaria europea se muestra bastante reticente a incrementar su participación en el proceso de rescate, en parte debido a la compleja naturaleza de las relaciones soberanas en Europa, con Alemania como uno de los principales opositores a esta medida.

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