Sumario
El deterioro del fondo macro ha provocado un incremento de la incertidumbre respecto al crecimiento de las economías desarrolladas. No obstante, en nuestro escenario principal, seguimos sin apostar por que EEUU vuelva a introducirse en la senda recesiva. A pesar de las resoluciones adoptadas por el Eurogrupo, los mercados continúan demandando una toma de medidas más contundente para atajar la situación soberana europea. Aunque la complejidad del contexto a corto plazo hace imprescindible una aproximación táctica más cautelosa a renta variable, a medio plazo seguimos viendo valor en el activo. Las alternativas de inversión a la renta variable son muy limitadas, con fondos monetarios ofreciendo rendimientos reales negativos, los bonos de Tesoros core cotizando rentabilidades muy parcas de acuerdo a sus fundamentos y el crédito corporativo ajustado por valoración.
Visión Global
A lo largo de las últimas semanas los activos de riesgo han sufrido un fuerte movimiento correctivo propiciado por el deterioro de la percepción del riesgo cíclico de las economías desarrolladas y las dudas sobre la capacidad de las autoridades europeas para frenar el contagio del riesgo sistémico y estabilizar la situación de la zona Euro. A estos factores, que en cierta medida llevábamos arrastrando desde hace algunos meses, se ha unido el reciente tensionamiento de los mercados de financiación bancaria
En lo que se refiere a la situación cíclica, lo cierto es que las cifras de crecimiento del 2T11 en las principales economías desarrolladas fueron bastante débiles, debido a los efectos del terremoto de Japón sobre la cadena de suministro industrial y al incremento de los precios del petróleo (fruto de los distintos shocks geopolíticos), que terminó mermando la capacidad del consumidor. No obstante, la principal preocupación de los mercados es la evolución de la actividad a lo largo de los próximos trimestres, hasta el punto en que se vuelve a hablar de la posibilidad de recesión.
En este sentido, se ha podido apreciar una importante dicotomía en las últimas referencias macro publicadas hasta ahora en EEUU. Por un lado, los primeros datos de actividad real del 3T11, entre los que se encuentran producción industrial, ventas minoristas, pedidos de bienes duraderos, han arrojado un saldo positivo, que no se corresponde en ningún caso con una entrada en un periodo de recesión. Por el otro, los últimos indicadores adelantados, entre los que destacan los distintos registros regionales de confianza empresarial de EEUU, han ofrecido signos claros de fuerte debilidad que podrían hacer presagiar un retorno a un entorno recesivo.
Aunque los primeros indicadores adelantados conocidos hasta ahora hayan podido estar ligeramente “contaminados” por la incertidumbre introducida por el debate entre Demócratas y Republicanos en lo que se refiere al aumento del techo del gasto y la bajada de calificación crediticia estadounidense, no debemos menospreciar estas señales que alertan sobre un escenario de crecimiento más moderado del esperado inicialmente durante la segunda mitad de año.
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