La fed dosifica esfuerzos
Banif.- Los riesgos a la baja en materia de crecimiento y empleo volvieron a pesar más que la preocupación por las actuales presiones inflacionarias y llevaron a la Reserva Federal a profundizar algo más en su política acomodaticia. El Comité de Mercado Abierto decidió alargar la duración promedio de sus activos en balance para añadir presión bajista sobre el tramo largo de la curva y contribuir a relajar las condiciones financieras globales. En concreto, el banco central estadounidense anunció que comprará 400.000 millones de dólares en bonos del Tesoro en vencimientos entre 6 y 30 años (más concretamente, un 32% en deuda a 6-8 años, un 32% en 8-10, un 4% en 10-20, un 29% en 20-30 y un 3% en TIPS) y simultáneamente venderá la misma cuantía en papel a 3 años o de vencimientos inferiores, esperando completar la operación –denominada “Operation Twist”- a finales de junio de 2012. De forma adicional, la Fed mantendrá su actual política de reinversión de vencimientos de Tesoros en nuevas emisiones de deuda pública en subasta. La novedad viene por el cambio de la política de reinversión de deuda de agencias y MBS. A partir de ahora, reinvertirá los vencimientos de estos activos en MBS, en vez de en Tesoros, para apoyar las condiciones en el mercado hipotecario.
En materia de economía, el escenario que plantea la Fed no es demasiado halagüeño, aunque es ligeramente menos negativo que el que dibujó tras su reunión de agosto. El FOMC juzga los datos conocidos desde su reunión anterior como compatibles con una dinámica de crecimiento lento, mercado laboral frágil y niveles de desempleo elevados. Aunque las interrupciones ocasionadas por el terremoto de Japón sobre la cadena de producción del sector de automoción estarían desapareciendo, el comunicado describe que el gasto doméstico ha crecido sólo a un ritmo modesto en meses recientes. En el terreno de los precios, la Fed considera que las presiones inflacionarias se han moderado desde comienzos de año, permaneciendo estables las expectativas de inflación a largo plazo. El FOMC, no obstante, sigue anticipando una aceleración del crecimiento en los trimestres venideros, pero a un ritmo que sólo servirá para poner una gradual presión bajista sobre los niveles de desempleo (en otras palabras, la economía estadounidense seguirá creciendo por debajo de su nivel potencial). Este escenario que plantea la Fed está sujeto a “significativos riesgos a la baja”, con una mención explícita a las tensiones en los mercados financieros globales.
En nuestra opinión, las nuevas medidas anunciadas por la Fed en términos de gestión de su balance no pueden considerarse “rácanas”. El notable volumen destinado a comprar deuda en el tramo 20-30 años de la curva significaría que la Fed retiraría del mercado con esta operativa una cantidad equivalente de duración a la que se consumó durante el QE2. Esta circunstancia, unida al tiempo que la Fed se va a tomar para completar esta nueva operación, podría indicarnos que la autoridad monetaria norteamericana considera este paso como un movimiento de política monetaria significativo y no como el precursor de más acción a medio plazo (es en este punto donde podría descansar, junto a los riesgos en clave de crecimiento señalados por la Fed, la decepción que el comunicado ha ocasionado en el seno del mercado, además de que parte del mismo apostara por medidas más agresivas en forma de QE3). La decisión de reinvertir los vencimientos de deuda de agencia y MBS en MBS, en lugar de en Tesoros, es importante, puesto que varios miembros del Comité piensan que este tipo de medidas 22/09/2011 podría asemejarse a una actuación de política fiscal. Y es que la Fed y el Tesoro han reconocido que el tensionamiento de los estándares de crédito en el mercado hipotecario ha impedido la transmisión de los bajos tipos de interés a los hogares y esta medida puede ser vista como un intento de suavizar la fricción entre estos dos mercados. Además, con este movimiento, la Fed se cubre ante una posible ampliación de diferenciales en el mercado de MBS que podría venir derivado por el contagio del movimiento de búsqueda de refugio derivado de la situación soberana europea.
Dicho esto, la Fed puede bajar todo lo que quiera los tipos de interés hipotecarios pero no puede determinar el acceso a estos créditos. La falta de habilidad para transmitir las decisiones de política monetaria a un gran segmento de los propietarios de viviendas podría continuar siendo una de las principales impedimentos para el crecimiento del consumo. Y es que, aunque los tipos de interés de la Fed se sitúan aproximadamente en el 0% y la compra de MBS bajo los distintos programas de expansión cuantitativa ha alcanzado el billón de dólares, el incremento de los estándares de crédito en perspectiva histórica se ha traducido en que la tasa hipotecaria efectiva ha caído solo hasta el 5,25% desde el 6% previo a la recesión. Adicionalmente, es poco probable que la caída de los tipos de interés en los tramos largos de la curva Tesoro sea un mayor acicate para el crecimiento del PIB que los programas anteriores. En este sentido, tras la decisión de ayer de la Fed, mantenemos las previsiones de crecimiento para los próximos trimestres (en el entorno del 2% anualizado en la segunda mitad del año)
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