Claves de la semana pasada
Banif.-Fuerte movimiento de aversión al riesgo alimentado por los temores cíclicos de las economías desarrolladas. En este sentido, el saldo de indicadores macro (crecimiento en la zona Euro del 2T11 e indicadores adelantados en EEUU) fue negativo.Ponemos el foco en
El riesgo cíclico se configura como principal catalizador del comportamiento de los mercados, donde a lo largo de la última parte de la semana pasada volvió aimponerse un fuerte movimiento de huida hacia la calidad. Así la principal decepciónvino tras la pubicación de los registros de crecimiento del 2T11 de las principaleseconomías desarrolladas, con EEUU creciendo un 1,3% t.a. (dato preliminar) y lazona Euro al 0,7% t.a., debido al estancamiento de Alemania y Francia. Estos débilesdatos han venido acompañados de los primeros datos de actividad real del 3T11,donde se ha apreciado una mejora sustancial respecto al trimestre anterior (ventas minoristas y producción industrial de julio en EEUU), que se han visto empañados por los pésimos registros adelantados en EEUU (caída histórica del índice de confianza empresarial de Filadelfia). Aunque estos últimos datos pueden estar algo “contaminados “por los problemas inherentes al periodo de la encuesta (debate fiscal en EEUU), lo cierto es que son preocupantes puesto que si se confirman (todavía el ISM se sitúa en niveles de expansión), denotarían una alarmante pérdida de tracción de la economía estadounidense. Al margen de lo anterior, el frente soberano europeo
continúa siendo un foco de preocupación para los mercados. Y es que, a pesar de la intervención del Banco Central Europeo en los mercados secundarios de deuda (que ha logrado mantener las primas de riesgo italiana y española ancladas en torno a los 275 pb), la reunión entre Merkel y Sarkozy no logró reducir las dudas que pesan a corto plazo sobre la problemática periférica. En este sentido, Alemania continúa enrocada en su posición y no ha querido ceder ni un ápice respecto a la posibilidad de poner en marcha la emisión de “eurobonos”. No obstante, la Comisión Europea continúa estudiando la viabilidad de esta propuesta, pero lo cierto es que tenemos serías dudas de que esta solución pueda implantarse sin el músculo financiero alemán. Por último, a estos escollos se suma el tensionamiento del mercado interbancario. Así, el diferencial LIBOR-OIS llegó a situarse cerca de los 150 pb en el plazo del 12 meses, niveles similares a los que se alcanzaron en las semanas posteriores a la quiebra de Lehman Brothers. En la zona Euro, según los últimos datos publicados por la autoridad monetaria europea, la cantidad de fondos en la facilidad de depósito del BCE ha llegado a incrementarse hasta niveles de 120.000 millones de euros, síntoma de que vuelve a reinar la desconfianza entre las principales entidades europeas. En este contexto, resulta inevitable la extrapolación de la situación actual que están realizando los mercados con lo acaecido en 2008. Así, el pesimismo del mercado está relacionado con la falta de “munición” desde el plano fiscal y monetario por parte de Gobiernos y bancos centrales para hacer frente a una nueva amenaza de recesión. En este sentido, aunque las medidas fiscales no están completamente agotadas (es posible que se pongan en marcha iniciativas concretas a pequeña escala, como por ejemplo, para fomentar la creación de empleo), sí es cierto que en el contexto actual no podemos esperar grandes programas de gasto público como los utilizados al principio de la crisis (ni en la zona euro ni en EEUU). En el lado monetario, el margen de actuación es algo mayor. En este sentido, Bernanke tendrá mucho que decir el próximo viernes en la conferencia de Jackson Hole, aunque es probable que se reserve la “bala” de un eventual nuevo programa de expansión cuantitativa hasta comprobar la evolución del mercado laboral estadounidense. Por tanto, el pesimismo en mercados no sólo obedece a la posibilidad de que los países desarrollados entren en recesión o no (seguimos contemplando como escenario principal un 2S11 más positivo en términos de crecimiento que la primera mitad de año), sino también a la falta de instrumentos adecuados para poder capear un nuevo periodo de crecimiento negativo. En lo que se refiere a la problemática europea, ha llegado el punto donde Alemania debe pronunciarse sobre cual es la zona Euro que quiere, y debe dejar de alimentar la
incertidumbre con declaraciones en todos los sentidos, que no hacen más que fomentar las dudas de los mercados. Por último, recordando lo que ocurrió en noviembre de 2008 y principios de 2009, una nueva muestra de liderazgo político (G20) parece volver a ser necesaria para contribuir a reinstaurar la confianza en los mercados.
Claves de esta semana
En EEUU, la jornada clave será el próximo viernes, donde además de la comparecencia de Bernanke en Jackson Hole, conoceremos la confianza del consumidor de agosto y se publicará la segunda lectura del PIB del 2T11, que podría revisarse a la baja debido al efecto de la rúbrica de inventarios. En la zona Euro, habrá que estar atento a las primeras lecturas de confianza empresarial de agosto (martes).Banif