¿Helicopter Ben?
Interrupcion de la tendencia de castigo
Banif.- A lo largo de la jornada de ayer se interrumpió la tendencia de fuerte castigo observada en las cotizaciones del sector financiero durante las últimas sesiones, aunque la recuperación no terminó de extenderse al resto de sectores del mercado. Así los inversores continúan especulando con el sesgo del mensaje que pueda emitir hoy Bernanke en su comparecencia en Jackson Hole. De hecho, las pérdidas en los índices de renta variable a partir de media sesión de ayer pueden achacarse a que el mercado haya empezado a descontar la posibilidad de que, finalmente y a diferencia de lo ocurrido hace un año, el presidente de la Reserva Federal no se pronuncie de forma explícita sobre la aprobación de una nueva ronda de estímulo monetario.
Entorno de incertidumbre
En un entorno de elevada incertidumbre respecto al crecimiento estadounidense, no hay que olvidar que la introducción o no de un tercer programa de compra activos (QE3) va a estar supeditada a la visión del escenario macro de la autoridad monetaria. En este contexto, pensamos que todavía es pronto para que la Fed materialice su intención de introducir un tercer programa de compra de activos puesto que es probable que la Fed opte por guardarse esta última “bala” hasta conocer los próximos registros de confianza de agosto y los datos de creación de empleo (primera semana de septiembre). En cambio, sí podría adoptar alguna fórmula más quirúrgica, como un cambio en la composición de su balance de activos en clave de duración, sustituyendo activos a corto plazo por bonos a largo. Este cambio mantendría el tamaño del balance sin cambios, pero retiraría duración del mercado y permitiría mantener el tramo largo de la curva de tipos de interés contenido.
Señales de estabilizacion
Al margen de lo que ocurra en el frente monetario, pueden ser las señales de estabilización desde el ámbito financiero/soberano, después de varias sesiones de renovado deterioro, las que contengan el potencial rebrote de episodios de estrés en mercado. En este sentido, el flujo de noticias conocido a lo largo de la jornada de ayer sirvió para techar el repunte en diferenciales crediticios (relajaciones moderadas en todos los segmentos de crédito financiero) y permitir al sector bancario registrar un mejor comportamiento relativo en bolsa. A la confirmación de la entrada de Warren Buffet en el capital de Bank of America, disipando los rumores de intervención de la entidad (sus ganancias en bolsa llegaron a superar el 15%, aunque posteriormente se desinflaron), y al anuncio por parte de los reguladores de España, Francia, Bélgica y Grecia, de prorrogar transitoriamente la prohibición cautelar de constituir o aumentar posiciones cortas sobre valores financieros (en el caso español, al menos hasta el 30 de septiembre), que terminaba a finales de este mes, se unió la que, sin duda, constituye la novedad más relevante: la incipiente apertura del mercado de financiación mayorista para entidades bancarias en Europa. Aprovechando la contención de las tensiones en el mercado de deuda, ING lanzó la primera emisión, en casi dos meses, de un covered bond, por un importe de 1.750 millones de euros, a un plazo de 10 años y un coste diferencial sobre mid swap de 80 pb (3,6% en TIR). Aún cuando ING tuvo que pagar una prima de 10-15 pb sobre la rentabilidad cotizada por una misma referencia de la entidad en secundario, lo significativo es que logró captar demanda por un volumen aceptable y para un plazo elevado. UBS y Unicredit también están barajando la posibilidad de hacer colocaciones de covered bonds por volúmenes de 1.000 millones y diferenciales, que en el segundo caso, podrían rondar los 215-200 pb sobre swap. Niveles de diferenciales similares a los cotizados por cédulas de las dos principales entidades españolas a un plazo de 2-3 años, aún cuando su calificación crediticia es superior, por ejemplo, a la de ING. En todo caso, y con independencia del coste, en fases de reapertura del primario de estas características, lo significativo es lograr abrir “hueco” de mercado; un aspecto positivo que para que se haga extensivo al resto de economías del euro requiere mantener el anclaje de los diferenciales soberanos.