Los resultados de las pruebas de estrés a la banca europea muestran que ocho entidades se situarían con un core capital por debajo del 5% en 2012 en un escenario adverso al que el BCE da una probabilidad del 1%.
Cinco entidades son españolas (Banco Pastor, Catalunya Caixa, CAM, Unnim y Caja3), dos griegas y una austriaca, con un déficit de capital conjunto por 2.500 mill.€. No obstante, al igual que ocurrió el año pasado, hay que tener en cuenta que el Banco de España ha sometido a las pruebas al 93% del sistema financiero frente al 65% que ha presentado el conjunto de la UEM.
De hecho, en España, ordenando las entidades por tamaño se podría haber presentado una cifra similar a la media europea (64%) sin ninguna entidad por debajo del nivel exigido.
Asimismo, es importante destacar que si se tienen en cuenta las provisiones genéricas, las emisiones de convertibles (que la definición de la EBA dejó fuera) y la venta de participaciones, todas las entidades españolas superan la prueba, por lo que el Banco de España ha declarado que no van a ser necesarios aumentos adicionales de capital
Ponemos el foco en
Banif.-Muchos frentes de riesgo abiertos –siendo los más críticos los relativos a la esfera soberana- y pocas soluciones encima de la mesa. El frente institucional europeo sigue haciendo gala de una esclerosis preocupante, no teniendo lugar en los últimos días avance alguno respecto al esquema de participación del sector privado en un segundo plan de rescate a Grecia.
Todas las miradas se dirigen ahora a la reunión de Jefes de Estado europeos del próximo jueves 21 de julio, donde sin mayor dilación deberían adoptarse medidas para atajar la corriente de riesgo sistémico que se ha extendido por el mercado en las últimas semanas.
En relación a Grecia, empiezan a barajarse diferentes alternativas a la propuesta de Francia –basada en intercambiar bonos griegos por otros de mayor vencimiento-, entre ellas la opción de realizar un default parcial (pago parcial de los vencimientos de deuda), más defendida por Alemania y que cuenta con la oposición frontal del BCE.
Es este punto el que está generando mayor incertidumbre. Asimismo, se barajan, como instrumentos necesarios para evitar el contagio y con algunos de ellos aprobados plantearse la participación del sector privado para solucionar el problema de insolvencia de Grecia, la posibilidad de incrementar el tamaño del EFSF (facilidad financiera transitoria hasta 2013) de manera importante y, al mismo tiempo, permitir que este mecanismo pueda comprar bonos en el mercado secundario y conceder líneas de crédito a países con problemas de liquidez mientras sean solventes.
Como complemento, también se contempla la posibilidad de que el BCE pudiera extender las líneas de crédito a los bancos “adictos” o crear un nuevo instrumento de financiación que les permitiera utilizar más colaterales de los actuales y a unos tipos de interés razonables, como también se debatirá sobre una reactivación del programa de compra de deuda en el mercado secundario (SMP) por parte del BCE. Y, por último, se especula sobre la posibilidad de que se reduzcan los costes financieros de los planes de recate que actualmente se encuentran en funcionamiento para Grecia, Irlanda y Portugal