Las tribulaciones soberanas cruzan el charco.
Banif.- Menú marcadamente soberano en el inicio de la semana, que propició una sesión con un denominador común: refugio en la calidad, con intensos avances de tipos en las curvas “periféricas” (incluida España, aunque de menor intensidad que en el caso de los países ya rescatados), ampliación de diferenciales entre curvas “núcleo” y “periféricas” (en el caso de España vs Alemania, ha pasado en el tramo a 10 años de 175 pb hace apenas una semana hasta 225 pb), relajación de los futuros Euribor (cerca de 10 pb), cesiones entre el 1% y el 2% en los principales índices bursátiles OCDE – lideradas por sectores cíclicos y financieros-, repunte de la volatilidad implícita en las bolsas, ampliación de los diferenciales de crédito, cesiones en el precio del crudo y estabilización en zona de máximos del oro, y apreciación de casi tres figuras del dólar frente al euro. El repunte de la prima de riesgo no se circunscribió a los problemas ya conocidos en la “periferia” de la zona Euro, y encontró también argumentos en EEUU, a través de la perspectiva negativa por parte de S&P para la máxima calificación crediticia (AAA) de la deuda pública estadounidense. En Europa, sobre dos variables pivotó ayer la repreciación del riesgo: (i) amenaza creciente de reestructuración de la deuda griega, y (ii) resultados de las elecciones generales en Finlandia, y su lectura negativa en clave de apoyo a la ampliación de la capacidad de los mecanismos de estabilidad financiera.
Empezando por Grecia, ayer sobrevolaron el mercado rumores acerca de que el ejecutivo heleno habría transmitido al FMI y la Unión Europea su intención de reestructurar su deuda pública, rumores desmentidos con posterioridad por su ministro de Finanzas. Con independencia de su veracidad, el tipo a 2 años de la curva griega se sitúa ya por encima del 20%, máximo desde la entrada del euro y niveles que ponen más que en entredicho la sostenibilidad de su deuda. Hoy está previsto que Grecia coloque hasta 1.250 millones de euros en Letras a 3 meses. En cualquier caso, la probabilidad de que se materialice un proceso de reestructuración ha crecido de manera sensible en las últimas semanas. Sólo hay que echar un vistazo rápido a los niveles de cotización en precio de la mayor parte de referencias en circulación de deuda pública griega –entre el 60% y el 70%-, que implícitamente asignarían una pérdida de valor nominal del orden del 30%-40% a estos bonos, niveles que históricamente ha cotizado el mercado cuando un proceso de reestructuración es una alternativa probable para la deuda de un país.
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