martes, 28 de febrero de 2012

Banif: Informe Semanal de Estrategia, 27 Febrero 2012

Claves de la semana pasada


Banif.- Con el precio del brent (medido en euros) alcanzando niveles máximos históricos, la preocupación sobre la inflación ha vuelto a un primer plano para el mercado. El incremento de los precios de la energía viene derivado de tensiones geopolíticas en Oriente Medio, en particular de la situación en Irán (que cuenta con el 10% del total de las reservas de crudo), donde un hipotético bloqueo del estrecho de Ormuz (paso por el que circula la mayor parte del petróleo de Arabia Saudita) podría desembocar en subidas de los precios de la energía sostenidas en el tiempo.

Otro factor que está contribuyendo al encarecimiento energético es la política ultra-acomodaticia de los bancos centrales, aunque no es tan determinante en el corto plazo. Así, a nivel global, hemos elevado en una décima nuestras previsiones en materia de crecimiento de precios para el conjunto de 2012, aunque pensamos que, a menos que el alza del crudo adquiera tintes más estructurales, los efectos sobre el crecimiento serían marginales. Hay que echar la vista un año atrás para comprobar los efectos erosivos del incremento de los precios del petróleo.

En 2011, el gasto minorista a nivel global (EEUU, Europa, Japón y China) creció un 6,2% en términos nominales (al mismo ritmo que en 2010). De hecho, las ventas en China crecieron un 17%, en EEUU un 7,7%, mientras que en Europa el incremento fue de un 1,6%. No obstante, la subida de los precios del petróleo (derivada de la “Primavera Árabe”) se “comió” buena parte de los incrementos anteriormente citados, puesto que el crecimiento de las ventas minoristas en volumen para el conjunto de 2011 a escala global fue de sólo un 2,9%.

Por tanto, parece claro que un incremento en los precios del petróleo tiene efectos importantes en el crecimiento económico vía consumo, reduciendo el poder de compra y la propia confianza del consumidor. Sin embargo, hasta ahora, a pesar del incremento de los precios de la energía, seguimos estimando un descenso de las tensiones inflacionistas de cara a 2012 (3,3% promedio anual frente al 4,4% en 2011), debido a las menores presiones en el resto de las commodities. Así, el nivel actual de los precios globales de las materias primas es consistente con el diferencial existente entre la inflación general y la subyacente dentro del G-7.

Además, en el caso del crudo, hay que destacar que al contrario que el periodo 2000-2008, existe una importante divergencia entre el precio al contado del petróleo y los futuros a 5 años, referencia esta última que consideramos como más representativa de las fuerzas reales de oferta y demanda en este mercado, lo que demuestra que el mercado está incorporando en la actualidad una importante prima de riesgo geopolítico a los precios de cotización que no obedece a situaciones de oferta y demanda reales.

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