Europa, a contrarreloj.
Banif.-Los dos principales catalizadores del mercado a lo largo de las últimas semanas –ciclo y riesgo soberano- volvieron a irrumpir ayer con fuerza por el lado negativo. El resultado, una sesión con un marcado carácter de “huída hacia la calidad”, sintetizada en sensibles correcciones bursátiles, relajación en los tramos largos de las curvas “núcleo” (tanto el 10 años estadounidense como el alemán volvieron a perder el soporte del 3% en TIR) y ampliaciones de los diferenciales “periféricos” (en el caso de España, la prima de riesgo a 10 años se eleva hasta los 267 pb).
En el terreno cíclico, la acumulación de señales de moderación de la actividad fue la nota dominante, con mayor profusión en EEUU, destacando las nuevas caídas del índice de confianza manufacturera de la Fed de Nueva York y del índice de confianza NAHB del sector de construcción. Desde una óptica más global, la cesión de los indicadores adelantados de la OCDE incide en el entorno de desaceleración generalizada a escala mundial, con la industria como puerta de entrada.
Moderación que se hace extensiva a los principales países emergentes, donde, además del impacto de la ralentización en las economías avanzadas, reflejaría el endurecimiento de las condiciones monetarias que ha experimentado este abanico de países desde el inicio del año. Sin embargo, lejos de apostar por un escenario de contracción del PIB en 2T11 en las principales economías mundiales, hablaríamos sólo de un proceso de “soft patch”, con visos de revertir con cierta claridad durante el segundo semestre del ejercicio una vez que la distorsión provocada por Japón remita y el proceso de restricción monetaria llegue a su fin en los países emergentes.
Una composición más equilibrada de los cuadros macroeconómicos y unos tipos reales que siguen siendo muy bajos en perspectiva histórica deberían limitar el margen de profundización del proceso de moderación que se está gestando en fechas recientes.
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