Banif.- Con mucho componente de rebote técnico, y sin apenas base fundamental, la mayoría de activos invirtió en la sesión de ayer la dinámica de las precedentes: ligeras ganancias en las bolsas europeas, repunte en las rentabilidades de la deuda core y estrechamiento de los diferenciales “periféricos”. En el caso de España, el diferencial a 10 años frente al Tesoro alemán vuelve a ceder hasta la zona de 240 pb, apoyado por el buen tono de la subasta de letras a 3 y 6 meses celebrada. Se adjudicaron 2.299 millones de euros, importe muy superior al de la subasta anterior al mismo plazo y sólo ligeramente inferior al rango máximo objetivo (2.500 mill.euros). El ratio de cobertura fue muy sólido –superior a las 5 veces-, con una demanda un 26% superior a la previa. Y por lo que respecta al coste, el 3 meses se adjudicó a Eonia+27 (más bajo de lo esperado) y el 6m a Eonia+50 pb, niveles razonables en el contexto actual.
Pero más allá de esto, el resto de noticias soberanas no han sido especialmente favorables. En el frente griego, la negativa del líder del principal partido de la oposición a apoyar la puesta en marcha de un nuevo plan de ajuste fiscal ha vuelto a avivar la incertidumbre sobre la situación del país heleno. Y es que, aunque no es contrario a la idea de iniciar un programa de privatizaciones, se muestra partidario de la puesta en marcha de medidas de estímulo para devolver el crecimiento a la economía, una posición opuesta a las tesis que manejan en la actualidad la UE, el BCE y el FMI, partidarios de incrementar la presión en materia de ajuste del gasto. Si bien no es indispensable para su aprobación, las autoridades europeas siempre han insistido en la importancia de realizar grandes acuerdos de Estado a la hora de aprobar nuevas medidas económicas, ante el temor de que en el caso de elecciones cambie el partido gobernante y reniegue de los acuerdos alcanzados. Este nuevo plan de ajuste fiscal resulta indispensable a la hora de que las autoridades europeas den luz verde a la entrega de 12.000 millones de euros correspondientes al actual plan de ayuda en junio, así como nuevos fondos para cubrir el déficit de financiación de los próximos años (cifrado en torno a los 60.000 millones de euros)
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